Sin embargo, en muchas ocasiones, no somos capaces de reconocer la importancia que tiene, saber dónde vamos, marcarnos objetivos.
Puede ocurrir que:
Creer que desearlo es suficiente para obtener lo que necesitamos o queremos.
Sentir miedo de comprometernos, y no siempre estamos dispuestos a ello. Otras veces, podemos tener miedo a no hacerlo bien o a lo que otros piensen.
Pensar que si no nos fijamos metas, nuestra posibilidad de fracasar es mucho menor, sin saber que el fracaso de no intentarlo es mucho mayor.
Sentir que luchar por un objetivo puede ser difícil y requiere esfuerzo, sin tomar conciencia de que los posibles efectos negativos causados por dejar nuestra vida en manos de los demás o por obtener menos de lo que queremos y podemos tener.
“Si no sabes dónde vas……acabarás en ninguna parte”
A veces, podemos creer que tenemos objetivos y que luchamos por ellos, sin embargo, si no existe una toma de conciencia y una definición adecuada de lo que queremos conseguir, podemos tener pocas posibilidades de lograrlo.
¿Querría usted indicarme qué camino debo tomar? – preguntó Alicia.
Eso depende en gran medida del lugar a donde quiera ir – respondió el gato.
No me preocupa mucho a donde ir – dijo Alicia.
En ese caso, tampoco importa el camino! – declaró el gato.
Lewis Carrol “Alicia en el País de las Maravillas”
¿Tienes claro realmente lo que quieres conseguir?
Descubrir el punto de partida en el que estas y conocer al lugar al que quiero llegar fundamental para poder lograr tus metas.
Lo siguiente es describir el objetivo al detalle, concretándolo al máximo. Sabiendo qué veré, oiré y sentiré cuando lo haya conseguido. Debe ser positivo, realista y alcanzable. Es muy importante marcarse un límite en el tiempo para llevarlo a cabo.
Como el piloto de avión, que a pesar de poner el piloto automático en un vuelo de larga distancia, va revisando los indicadores y evaluando cómo va el vuelo cada cierto tiempo, tener indicadores de que vamos acercándonos a nuestro objetivo es fundamental. Conocer los recursos con los que contamos, las posibles dificultades y los beneficios que me aportará a mi y a mi entorno también son aspectos claves para conseguir lo que quiero. Mente y cuerpo trabajaran juntos hacia una dirección clara.
Esta forma de trabajar los objetivos es la base en los procesos de Coaching. Una metodología muy potente para el lograr cambios personales y profesionales y tener el éxito deseado.